domingo, 8 de septiembre de 2013

El estrés y la diarrea


¿Alguna vez te ha sucedido que debes dirigirte hacia algún lugar o realizar determinada actividad y de repente tu estómago te hace una “mala jugada”?.  Puedes estar tranquilo, no eres el primero ni el último al cual le dará diarrea en momentos cruciales de la vida, puesto que el estrés y los nervios hacen parte de aquellos instantes donde debemos responder apropiadamente con todos los sentidos bien puestos, pero que cuando no los manejamos de manera correcta entonces debemos jugar también con otros factores que pueden ir en contra del alcance de los objetivos propuestos en determinadas situaciones.


Entrevistas laborales, presentación de pruebas para ingreso a universidades o del colegio, primer día del trabajo o el temerario hablar en público pueden encabezar el listado de hechos que pueden generar esos nervios que modificarán el tranquilo tránsito intestinal. Lo que usualmente se hace es ir rápido al baño a evacuar y pensar que ya se está listo para continuar, el problema es que esto se debe hacer con calma y reposar para luego continuar tranquilamente las actividades del día, lo malo es que no se tiene en cuenta y la preocupación, la intranquilidad, la carrera, en general el estrés persiste y la diarrea sigue haciendo de las suyas.


Pero, ¿qué provoca todo este malestar? Lo primero que viene a la mente es haber consumido alimentos en esta de descomposición, lo cual es generalmente falso. Resulta que continuamente los intestinos se contraen y se relajan, motivo por el cual los desechos pueden ser evacuados en los momentos adecuados, pero con el estrés el organismo genera adrenalina y esta permite que muchos procesos del cuerpo se aceleren y el descontrol predomine sobre los instantes adecuados de ir al baño a evacuar. Varias deposiciones al día, sudoración excesiva e incluso aumento del ritmo cardíaco caracterizan este tipo de situaciones, entre otras.  Lo recomendable en esos días es hidratar lo mejor posible el organismo. Como es bien sabido cuando una persona tiene diarrea, su cuerpo sufre un proceso continuo de deshidratación, por lo cual estar atento a la toma de líquidos es el mejor recurso para evitar que la situación pase a mayores.

Si aún no tenemos control sobre los nervios y sus efectos sobre el organismo, es mejor tomar algunas medidas preventivas. Consumir alimentos que no aligeren las deposiciones como el arroz, bebidas que no produzcan gases, no comer en grandes cantidades previo a posibles situaciones estresantes, tomar líquido en abundancia y descansar correctamente pueden ayudar en buena medida en la prevención de momentos desagradables en la vida cotidiana.

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